jueves, 16 de junio de 2011

Distancia

¿Distancia? no guardes ninguna. Acércate, déjame sentir tu respiración a la par de la mía. Calla. Se lo que estas pensando. Esto es un locura, pero, que mas da!!. Vivamos el presente sin pensar en el más allá de esta bella locura. Déjate llevar como lo hicimos aquellas noches donde los besos eran cómplices. Cómplices de silencios y aventuras. Aventuras que vivimos solos, tú y yo. Yo más niña que tu. Tu más prudente que yo.
Sigue, no pares. No pares de hacerme feliz como un día lo hiciste. Hiciste de miradas, dulces versos de inexpresión.

¿Distancia? Déjala para los temerosos. Ven, acércate. Sintamos aquello que podemos sentir, rompe la coraza de tu corazón. Corazón sufridor de la inexperiencia. Inexperiencia adolescente vivida al compás del sol y su luna. Luna que iluminaba noches perdidas. Perdidas entre sabanas, besos, sabanas, besos, entre nosotros. Besos que nos enredaban haciendo nudos. Nudos que nos unían por unas horas hasta que nos volviésemos a separar. Separar por la aparición de ese Sol. Sol hermoso como todo en ti. Sol que quema, como un día lo hiciste tú, con quemaduras difíciles de curar. Curar fue mi objetivo. Punzadas en mi corazón provocadas por lo inesperado. Inesperado fue que las grandes promesas salidas de tu boca derramasen todo mi ser. Ser duro, resistente, pero no ante tu amor.

¿Distancia? Guárdala. Guárdala para alguien que no sea yo. No quiero que me cuentes a quien. Quiere que le cuentes a ese quien, quien era yo. Arriesgamos demasiado, pero nunca fue suficiente. Arriesgamos en un juego de azar, en el que la suerte no siempre iba de mi mano. Mano, tu mano. Nuestras manos. Las únicas cuerdas en esta relación. Relación demasiado aventurera, demasiado nuestra. Nuestras fueron las noches y los días. Nuestros fueron lo besos largos y los más cortos. Nuestras fueron las miradas presas en una red. Pensé que nuestro fue todo. Pero todo fue tuyo y mío, pero más de la vida. Vida que nos dirigía como lo hace un maestro titiritero. Tú y yo novatos, ella experta.

¿Distancia? Eso déjaselo a la gente común. Para nosotros que sea lo que no vamos a hacer. Que la distancia se convierta en acercamiento. Acercamiento que en muchas ocasiones fue demás. Fue demás, pero me encantaba. Me encantaba poder sentirte cerca. Poder tocarte. Tocarte hasta desgastarnos. Desgastarnos hablando horas y horas. Horas que fueron testigos de todo. Todo cuanto pudimos ser y fuimos. Todo cuanto quisimos hacer y no hicimos. Todo cuanto fue mal, y continuó a peor. Peor eran los días sin saber de ti, que los sabidos, y que eran de broncas. Broncas llenas de palabras no pensadas. No pensadas desde el corazón, pero tristemente, si desde la razón. Razón que todos la tuvieron y nosotros no creímos. No creímos en un futuro separados. Separados el uno del otro. Uno con su vida. El otro con otra vida. Vidas no comunes, no compartidas. Vidas con distancia.

1 comentario:

  1. Entiendo perfectamente ahora mismo de lo que hablas...

    disfruto leyendo mucho todos los blogs que puedo al cabo del día, y he de decir que acabas de ganar un seguidor...!

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