martes, 31 de mayo de 2011

Y ahora solo necesito una desconexión del mundo real...

Y ahora solo necesito una desconexión del mundo real. Relajarme, retroceder y analizarlo todo.

Quiero darme cuenta de cosas hechas mal, para intentar arreglarlas y luchar por conseguirlo. Pero quiero darme una oportunidad, pasar aunque sea un día sin comeduras de cabeza, sin esto o lo otro, sin rayadas.

Quiero darle la oportunidad a mi subconsciente de relajarse, de que comprenda que no esta haciendo nada mal, o que al menos, no lo hace aunque no lo aparente. Ahora toca hacérselo entender a los demás. Permítanme que le de unas vacaciones, lleva últimamente mucho trabajo encima, y antes de que se queme y desconecte para siempre, mejor que descanse, no?

Le dedicare unas pocas líneas a mi “Pepito grillo”. Querido, últimamente vas a tope, a velocidades desorbitadas, no paras de trabajar y trabajar, y los resultados obtenidos son satisfactorios, aunque me provocas muchas noches en vela o mal descansadas. Esto me enorgullece-da rabia(rabia, que en verdad significa que trabajas y es de agradecer), hace que te sepa valorar y que tome decisiones. Por el momento tus resultados han sido buenos, los esperados. También te diré, siéndote sincera, que a veces te pasas de querer tenerlo todo controlado o asegurarte que se te entiende. Lo primero, puede resultar pesado, demasiado meticuloso y perfeccionista, aunque lo segundo, esta bien aclararlo, no vaya a seeer… que no se nos pille bien lo hecho o por hacer. Ahora relájate y por favor, vuelve solo cuando de verdad sea necesario. No analices lo minúsculo porque en muchas ocasiones no lleva a ningún sitio. Por todo y más, gracias “Pepito”

Ya he terminado con él, ahora podría seguir hablando con algunos de mis grandes amigos individualmente; los impulsos, el corazón, la razón… pero es que de momento ellos tienen que seguir en  marcha, aunque también pueden bajar velocidades.

Los últimos días o semanas, han habido rayadas, algunas tontas u otras mas serias, pero todas habladas, y espero que entendidas. Si me equivoco en lo de entendidas, vuelvan a consultarme antes de que “Pepito” marche de vacaciones, aunque siempre las podré aclarar con el corazón y la razón.

Pero, ¿Qué entendemos por actuar con el corazón? y, ¿actuar con la razón?. Muchos diferencian corazón y razón, los separan, aunque si quieren que le diga lo que yo creo, no se pueden separar, son dos dimensiones que se complementan. Una le da la parte abstracta, otra la teórica. Aunque si tengo que elegir entre una dimensión sola, me quedaré con el corazón.

Actuar con el corazón implica hacer uso de los sentimientos, del amor, de la locura, de la felicidad, del mundo espiritual de cada persona. Es esta dimensión, la que nos hace personas más o menos frías, más o menos vividoras, más o menos locas. Es ésta, la que lleva nuestra vida por una montaña rusa de sentimientos, nos da la oportunidad de tocar el cielo con la punta de los dedos o pensar que la tierra nos va a tragar. Ante mucha gente, es esta parte la que nunca desaparece de la persona, es la que siempre estará allí donde estemos. Habrán oído hablar de aquellos que dicen que están “locos”, pues, si consideramos que la locura es actuar con el corazón dejando de lado la razón, se convertirá en muchas ocasiones, la salvadora de vidas, de sonrisas, de lágrimas, simplemente, de personas.

Actuar con la razón implica hacer uso de lo coherente, de los principios morales de cada persona, de la reflexión, de la parte madura. Pero, ¿si no actuamos con la razón no actuamos de forma madura? Pues no, también actuamos de forma madura desde el corazón aunque las probabilidades de que nos convirtamos en inmaduros aumentan exponencialmente. Si, ya se, se preguntaran que entiendo por madurez, pues aquí va:
-Ser maduro es empezar todos los días con una sonrisa, sabiendo que superaras las dificultades y todos los problemas que se te crucen por el camino.
-Ser maduro es luchar por los sueños que quieres alcanzar, porque dicen que con la constancia todo se puede conseguir, hasta lo mas inimaginable.
-Ser maduro es conocer como es la realidad pero también saber irse un poco a otro mundo para poder desconectar, sin dejar de lado lo real y aprender a luchar.
-Ser maduro no es solo conocer las dos opciones: bien y mal...sino hacer de un mal un bien. Saber que de los errores se aprende y se mejora. Buscar el equilibrio entre ese bien y ese mal.
-Ser maduro es hacer del doble de problemas la mitad de ellos, ganarles duras batallas sin cesar.


Entonces, yo prefiero ser madura, aprender a comerme el mundo, ya sea con grandes bocados o diminutos. Con algunos tropiezos o deslizando, pero con una lucha constante, sin mirar atrás, y si miras, un poco, que sea de reojo. Que te sirva para saber saltar los obstáculos que en algún momento entorpecieron en tu lucha por la búsqueda de la felicidad. Más vale millones de segundos felices, que años de felicidad. Más vale luchar que resignarse, más vale sonreír que llorar. Más vale ser maduro que la inmadurez sea tu nombre. Más vale que seas tú, antes que yo....



Tras este breve-extenso inciso sobre que entiendo que es la madurez prosigo con lo anterior. Si una persona solo actúa desde la razón, es verdad que la mayor parte de resultados a sus acciones serán satisfactorios, pero también es cierto que se convertirán en personas frías y poco humanas. Pero una ración de razón siempre viene bien.

Así que creo que queda claro, si tuviese que elegir entre una cosa o la otra, prefiero actuar con el corazón antes que con la razón. Aunque no hay nada como una buena simbiosis.

Y dirán, ¿todo este rollo para qué? Pues simplemente para que quede claro que cualquier acción se puede mal interpretar, es decir, desde fuera se puede ver una cosa, que desde dentro no es. Ante esta situación no duden en pararse a hablar con quién tengan que hablar, no duden en usar la dialéctica como medio para un buen entendimiento, si van callando, al final, todo se convertirá en cúmulos de sentimientos que perturban. Éstos en muchas ocasiones, podrían no existir. Podríamos evitar los rayadas mentales que quitan el sueño, traen mal humor y hacen sentirse mal, inferior... Crean inseguridades innecesarias, y no hay nada peor que vivir en un mundo lleno de éstas, créanme, se de lo que me hablo. No nos dejan mostrarnos y ser tal y como somos. No dejan que saquemos esos mundillos tan personales y valiosos que tenemos. No dejan relucir el diamante que cada uno hace de su vida.

Esto ya se me está alargando demasiado, y podría caer en el error de repetirme, liar las cosas más de lo que ya están o no llegar a expresarme de la manera que debería o querría, así que, aquí lo dejo. No duden en usar su “Pepito grillo” pero en su justa medida, dicen que los excesos, tanto por arriba como por abajo, nunca son buenos.

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